miércoles, 21 de agosto de 2013

A dos meses ya

No soy madre y por lo tanto no puedo saber cómo se vive la espera de un hijo. Se dice que publicar una novela es igual que dar a luz un hijo, a mí esa afirmación me parece exagerada y atrevida. No podrán compararse esas dos experiencias pues un hijo es muy diferente a un libro, y los que sois padres me lo podrán confirmar. Desde que me confirmaron que me iban a publicar mi primera novela, “Para encontrar al príncipe azul hay que besar a muchos sapos” han transcurrido tres meses y medio. Ya les he contado que han sido de mucho trabajo alrededor de la misma. Ha habido que corregirla varias veces antes de paginarla, volver a revisar las correcciones por dos veces más. Otro detalle que considero muy importante y en el que se ha trabajado mucho es en la portada del libro. Pienso que el contenido puede ser muy bueno pero sin un gran envoltorio pasa desapercibido y, en lo cotidiano de nuestra vida, sabemos que la vista es el sentido que más trabaja y que lo que no nos entra por los ojos, difícilmente, lo acogemos. Por ello hice la apuesta segura que fue pedirle ayuda y colaboración al gran artista utrerano Rafael R. Girona que ha hecho un gran trabajo cuyo resultado final ya verán ustedes cuando salga la novela a la calle. Para mí ha sido un gran honor y placer trabajar con él. Su inspiración acude y realiza una gran obra de arte. Su creación es fresca, moderna, llena de color y simbolismos. Soy muy afortunada por haber trabajado con él y que haya apostado por este proyecto, tan importante para mí, de forma totalmente desinteresada. Confirmada la portada, contraportada y solapa (que incluye biografía) por fin ha pasado a imprenta y solo nos queda esperar ya dos meses para ver el resultado final. Eloy Moreno, autor de la novela “El bolígrafo de gel verde” escribía ayer un tuit que decía: “Hay pocos momentos tan emocionantes como el día en que te llega en formato físico la novela” , y estoy deseando de vivir ese instante que, conociéndome como me conozco, viviré con gran intensidad. Después de leer ese tuit me dio por pensar en las similitudes que puedan hallarse entre un embarazo y la publicación de una novela. Creo que se pueden asemejar en la ilusión con la que van transcurriendo los días. Se cuida y mima todo lo que la rodea como una futura madre lo hace con el hijo de sus entrañas. Ver la portada terminada debe ser como cuando te hacen la ecografía 3D y ves la cara de tu hijo, igual que cuando te llega la paginación y te imaginas ya el libro. Si a mí se me hace larga la espera de dos meses todavía para tener el formato físico y me desespero, no quiero suponer cómo será esa espera para la embarazada que a ella se le unen las molestias típicas de la recta final (eso me lo ahorro yo). En fin es probable que en algo se parezca pero creo que es más importante dar a luz un hijo que “parir una novela”. El hijo es una responsabilidad para toda la vida y al que se cuidará siempre. En cambio el libro pasará. Se cuidarán los detalles de la presentación, promoción, etc., Pero luego me sumergiré en las páginas de otro nuevo y así la atención se depositará en él y “Para encontrar al príncipe azul hay que besar a muchos sapos” será un recuerdo muy especial por ser la primera pero, como todo en la vida, habrá que seguir adelante con otros nuevos proyectos. Pero mientras llega ese lejano momento a disfrutar del presente con la misma ilusión que la mamá primeriza, con el permiso de las madres y padres.

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