jueves, 19 de septiembre de 2013

A Rafael del Estad. El poeta que ya se ha hecho invisible

“Las personas que amamos no se mueren nunca, solo se hacen invisibles” ¿Y quien no amaba a Rafael del Estad? Él nos ha acompañado durante muchos años, se convirtió en parte de nuestros recuerdos de la adolescencia. Las sevillanas adquirieron una nueva dimensión en sus letras, música e interpretación. El término “sevillanas para escuchar” no existía con este artista porque a pesar de ser lentas nos gustábamos al bailarlas de forma reposada cada paso. Pero, quizás, lo más importante que Rafael del Estad aportó al mundo de las sevillanas fue el amor. Enamorado de su Sevilla, de su perro cazador, del Rocío y de la mujer sevillana. Esa que: “Morena tiene que ser / con ojos negros rasgaos / talle fino de mujer / y labios acaramelaos”. Cuántas sevillanas nos vienen a la memoria ahora que el poeta del amor ha subido a los cielos. Nadie le pudo imitar nunca. Yo conocí a Rafael del Estad hace muchos años, en 1992, y tuve la inmensa suerte de entrevistarle en un espacio que se llamaba “Retrato” y que las preguntas iban siguiendo el poema del mismo nombre de Antonio Machado. Recuerdo, entrañablemente y a pesar del tiempo transcurrido, muchas de sus respuestas. Esos recuerdos de su niñez (también en un patio de Sevilla) y su madre haciendo tomates fritos “a la antigua” con su espumadera dando golpecitos, en la sartén, para triturar de esa forma los trocitos de verduras… Pero sus respuestas sobre el amor eran tan contundentes… “Siempre vuelves a enamorarte como la primera vez, sino la vida no tendría sentido…” o esa otra “al amor se escribe sin nombre propio de mujer, porque eso significaría que al pensar en el amor solo existiría esa persona”… Ahora su amor por su ciudad si que tenía nombre propio “SEVILLA”. Como esta no había otra igual. Y al cantarle y componerle si salía ese nombre como único amor. Y qué ganas nos entraban de “besar esas dos orillas como hace el Guadalquivir”. La amada Sevilla ayer se quedó huérfana de su poeta. Luto en el corazón de la ciudad querida que ha perdido la voz. Rafael del Estad se fue ayer miércoles, por la mañana, discreto y en silencio y cuando se empezó a conocer la noticia a todos nos recorrió un escalofrío como si hubiésemos perdido algo mucho más importante que un artista, el favorito de todas las madres sevillanas (al menos de la mía). Perdimos una cadena de recuerdos unidos a su voz, sus sevillanas y nuestros años de adolescencia. Sevilla ha perdido a su poeta más contemporáneo. Pero desde el cielo Rafael del Estad seguirá amando a su Sevilla y la continuará mimando por toda la eternidad. Rafael del Estad no se ha muerto sino que, solo, se ha hecho invisible.

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