sábado, 19 de octubre de 2013

De frente y por derecho

Hoy, 19 de octubre, es el Día contra el cáncer de mama. Teñimos de rosa nuestros perfiles de whatsapp, Facebook o Twitter unidos en la misma batalla. Este tema de actualidad no me deja indiferente (como a nadie le dejará) pero a mí, por desgracia, me tocó muy de cerca en una persona muy querida para mí y para todas las personas que tuvimos la suerte de conocerla que fueron muchos. 

Esa terrible enfermedad me ha arrebatado a muchos seres queridos, entre ellos, nada más y nada menos, a mi madre. Cuando mi amiga (que siempre fue la hermana que no tuve) se fue y, ese mismo día, diagnosticaron a mi madre el cáncer de colon mi mundo se derrumbó en tan sólo doce horas que distanciaron una noticia de la otra. Y todo cambió y giró alrededor de los cuidados y el disimulo, mi madre nunca supo la gravedad de su enfermedad que, al no detectarse a tiempo, estaba ya muy extendida y sin remedio curativo alguno que aplicar, solo cuidados paliativos. 

Pero si algo tengo que destacar de estas dos grandes mujeres fue su capacidad de lucha y ganas de vivir. Querer ganar la batalla las alentaba cada día que pasaba y se marcaban muchos objetivos por lograr en la vida pidiendo a Dios le dejaran más años aquí, pues los necesitaban para “hacer más cosas”. 

Aunque estos ejemplos puedan ser desesperanzadores no se puede tener miedo, pues, también, conozco otros casos familiares que lo han superado y tienen una excelente calidad de vida olvidado ya ese episodio. “De frente y por derecho” es como debe de actuarse en este caso. El momento del diagnóstico es el más duro. Te bloqueas porque piensas que eso sólo le pasa a los demás y tardas en encajarlo en tu vida y que te ha tocado a ti. Pero el instinto de conservación de la vida os hará reaccionar y pensar que lo vas a superar y todo quedará como un mal recuerdo. Te enfrentarás y aceptarás todo lo que los médicos te propongan: quimioterapia, radioterapia, cirugía, esa pastilla diaria con la que convivirás el tiempo que se establezca para cada caso… pero, sobre todo, pondrás todas tus fuerzas por ganar la guerra al cáncer y no decaerás nunca por mal que te encuentres ese día por los tratamientos recibidos. 

En “Encontrar al príncipe azul hay que besar a muchos sapos” se recoge este tema. La hermana mayor de la protagonista tendrá que enfrentarse al cáncer de mama, y con ella toda la familia. Quiere ser un mensaje positivo a todas las mujeres (y menos hombres) que lo padecen y es mi particular homenaje a mi amiga. La fuerza, ganas y lucha que tuvo fue ejemplo para muchas otras mujeres que la conocían y que estaban pasando por esa enfermedad y quiero que, después de irse, quede reflejada su forma en enfrentarse a ella para que pueda seguir ayudando a todas las mujeres anónimas que lo superarán.

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