Una fotografía encontrada en
Facebook me ha inspirado esta pregunta. El texto que la acompaña dice “Un amigo
puede acabar siendo tu amor, pero un amor no puede finalizar siendo tu amigo…”
Algunos pensarán que es cierta esa afirmación mientras que otros la negarán.
Después de una relación
sentimental es difícil llegar a la amistad. Siempre una de las dos partes
pierde más, es decir, siente más por la otra persona incluso cuando se dice que
la relación ha terminado de “mutuo acuerdo”, seguro que alguno intentaría
alargarla más para ver si puede salvarla.
Hay tantos finales como
personas en el universo y circunstancias diferentes que ponen el punto final a
la historia de dos personas. Cuando hay hijos de por medio es conveniente, por
el bien de ellos, que haya una buena relación entre los padres para que la
separación sea lo menos dolorosa para los hijos. Pero esa buena relación no
siempre es amistad. En la mayoría de los casos las rupturas en la que no hay
nada que compartir después, origina a desconocidos con muchos recuerdos en
común.
Cuando conoces a alguien e
inicias un camino en compañía se comparten muchas cosas. Confidencias,
inquietudes, ilusiones, proyectos, amor, sexo y altas dosis de complicidad.
¿Por qué al acabar hay que olvidarse de todo? Es lógico que para llegar a esa “amistad”
tenga que pasar un tiempo y no comenzarla al día siguiente. Eso es imposible. Hay
que dejar transcurrir el duelo que eso supone.
Dependiendo de las
circunstancias que hayan rodeado la ruptura, esta causará más o menos dolor a
cada uno de los miembros de la pareja. En un principio es impensable que se
pueda a volver a entablar ni tan siquiera una conversación cordial. Pasado el
tiempo hay que borrar todos los malos recuerdos y quedarse con lo bueno vivido.
Ahí se inicia el camino hacia esa amistad. Al menos es mi forma de pensar y
actuar. No me creo ninguna excepción cuando personas como Bibiana Fernández o Vicky
Martin Berrocal pregonan lo mismo.
Algunos de mis ex siguen a
día de hoy siendo amigos míos. Compartimos, aún, inquietudes y nos prestamos
ayuda si es necesario. Claro que todo esto se vuelve más complicado cuando
otras parejas entran en nuestras vidas y surge entonces otra pregunta: ¿Cómo
aceptaríamos que nuestros chicos o chicas continuaran siendo amigos o amigas de
sus ex parejas? Reflexionamos sobre ello y otro día lo contamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario